Uno de los más extraordinarios éxitos de la tecnología moderna es el desarrollo de procesos de esterilización que garantizan la ausencia de bacterias o esporas vivientes en los materiales usados en intervenciones quirúrgicas. Sin embargo, durante los ciclos de esterilización, factores a veces latentes pueden comprometer la calidad del mismo.
El fallido resultado en un proceso de esterilización expone al paciente y al personal médico a riesgos de complicaciones asépticas, con consecuencias a veces muy graves para la salud o el éxito de la intervención. Además, el resultado de una esterilización nunca podrá ser absoluto, ya que está basado en criterios probabilísticos.
En este punto es indispensable establecer un procedimiento de control del proceso, no destructivo, que sea capaz de controlar los puntos críticos. Las informaciones obtenidas de los distintos sistemas de control no se solapan, pero son complementarias entre sí y por tanto, estos controles deben ser efectuados periódicamente.
Omnia pone a su disposición todos los controles previstos en las normativas vigentes, ayudando a proteger su salud, la de sus pacientes y la calida de su trabajo.